Problemas auditivos - Cómo tratar la pérdida de audición y el tinnitus, Cómo comprobar la audición

Problemas auditivos acúfenos

Los problemas auditivos como la pérdida de audición no son inusuales en las personas mayores. Sin embargo, la pérdida de audición también puede producirse a una edad más temprana, por lo que debe prestar mucha atención a la prevención y buscar ayuda en cuanto note los primeros síntomas preocupantes. Pero, en primer lugar, ¿cuáles son las causas de la pérdida de audición y existen tratamientos eficaces?

¿Cuáles son los distintos tipos de pérdida de audición?

Los primeros problemas de audición pueden aparecer alrededor de los 40 años. No se trata de una norma, pero si no ha cuidado lo suficiente su audición, ésta empeorará notablemente; por ejemplo, tendrá que subir el volumen de la televisión o le resultará difícil hablar por teléfono, sobre todo cuando esté al aire libre o en una tienda.

Problemas auditivos Pérdida de audición

El tipo más común de pérdida auditiva es la pérdida auditiva conductiva-receptiva, también conocida como pérdida auditiva mixta. La audición del paciente es cada vez más débil y percibe muchos sonidos de forma poco clara, lo que también le causa problemas para hablar. pérdida auditiva neurosensorial es un trastorno en el que las lesiones auditivas provocan una incapacidad para comprender el habla y un umbral de audición muy reducido. Las personas con una pérdida auditiva de este tipo no siempre pueden utilizar audífonos, o estos solo proporcionan un alivio parcial.

El tercer tipo es la pérdida de audición conductivaen la que el oído pierde su sensibilidad a los sonidos: el paciente no oye todas las sílabas y no capta todas las frecuencias. En este caso, los audífonos suelen funcionar muy bien y permiten oír tan bien como antes de la pérdida auditiva.

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¿De dónde viene la pérdida de audición en la vejez?

En el organismo envejecido, la regeneración es cada vez más lenta y las funciones vitales se deterioran, incluido el órgano auditivo. Las células auditivas (también conocidas como células ciliadas) disminuyen y la conductividad auditiva, encargada de procesar los sonidos en el cerebro, se deteriora.

Sin embargo, la edad avanzada es sólo una de las razones. Muchas personas mayores que viven en grandes ciudades sufren pérdida de audición: los entornos ruidosos afectan gravemente a la audición y provocan pérdidas permanentes. Además del ruido, el estrés también es un asesino para la audición, ya que debilita el organismo e interfiere en su regeneración natural. La pérdida de células auditivas también es consecuencia de una mala alimentación, la falta de sueño y el consumo de estimulantes. La pérdida de audición también puede producirse por motivos genéticos: si hay antecedentes familiares de sordera, el riesgo de padecerla es mayor que en otras personas.

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¿Por qué es necesario tratar la pérdida de audición?

Una peor audición significa una peor calidad de vida. La persona con discapacidad auditiva teme hablar con otras personas, que le pidan constantemente que repita las palabras, impacientarse con sus interlocutores y ser excluida de las reuniones sociales en las que los demás pueden oírlo todo con facilidad. Esto desalienta el contacto, incluso con personas cercanas, y la soledad forzada empeora su salud en lugar de ayudarla a soportar mejor sus dolencias.

La pérdida de audición no tratada también puede acelerar la demencia senil, y además puede ser peligrosa porque la persona no oye todos los sonidos que podrían advertirle de posibles peligros: la desorientación y el aumento del estrés son muy comunes con la pérdida de audición profunda. Además, el riesgo de depresión aumenta varias veces con la pérdida de audición.

Pérdida auditiva y acúfenos

Problemas auditivos Prueba de pérdida auditiva

Los problemas auditivos más comunes son principalmente la pérdida de audición y el tinnitus. No es infrecuente que ambas afecciones vayan de la mano, pero incluso cuando sólo se padece tinnitus, es una afección tan molesta que puede desorganizar por completo la vida de una persona. Se denominan acúfenos todos los sonidos que no son producidos por ninguna fuente externa, pero que el paciente oye. Pueden repetirse periódicamente o persistir durante todo el día, lo que hace que el paciente esté más irritable y contribuye al insomnio. Para problemas auditivos como los acúfenos, conviene utilizar Suplemento Atinnuris.

Los acúfenos pueden producirse debido a la exposición al ruido, especialmente al ruido impulsivo. A veces son un efecto secundario de la terapia con medicamentos - se trata principalmente de medicamentos contra el cáncer, la quinina, salicilatos. A menudo, el tinnitus es indicativo de una lesión sufrida en la zona de la cabeza o se debe a hipertensión y otras afecciones cardiovasculares, para las que se recomienda nuestra suplemento para la hipertensión.

El tratamiento de los acúfenos es complicado porque a menudo es difícil identificar la causa, lo que impide encontrar el tratamiento adecuado. Si el tinnitus está causado por un trastorno circulatorio, la medicación o los suplementos para equilibrar la tensión arterial pueden ayudar, al igual que un suplemento de micronutrientes. Las técnicas de relajación para ayudar a calmarse también son bastante eficaces.

¿Cuáles son otras causas de la discapacidad auditiva?

Los problemas de audición también pueden ser consecuencia de infecciones e infecciones pasadas. Esto no sólo se aplica a las infecciones del propio oído, sino también a enfermedades del sistema respiratorio o infecciones en el cerebro, y a veces la audición también se ve afectada por una inflamación sistémica. Además, existen otras enfermedades: aterosclerosis, diabetes, hipertensión. En muchas personas, estos factores se solapan, por eso es tan importante una historia clínica exhaustiva para hacer un diagnóstico que tenga en cuenta todos los factores y ayude así a indicar el mejor método de tratamiento.

Problemas auditivos causas de los problemas auditivos

A una edad más temprana, los problemas auditivos como la pérdida de audición también suelen estar causados por el ruido, ya sea en el trabajo o en el tiempo libre. Los ruidos fuertes y repentinos, como la explosión de fuegos artificiales o el vuelo de un avión, son muy perjudiciales: bajo la influencia de tales impulsos, pueden producirse incluso daños auditivos permanentes, que ya no pueden revertirse.

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¿Cuáles son los síntomas de la pérdida de audición?

La pérdida de audición tarda en desarrollarse y puede pasar desapercibida al principio; es más probable que la noten las personas cercanas, que se darán cuenta cuando hable más alto o baje el volumen de la televisión. Por lo general, no se recuerda el inicio de la pérdida auditiva y sólo se acude al médico cuando ésta es importante e interfiere en la vida cotidiana.

Los problemas auditivos, o deficiencias auditivas, pueden ser bilaterales o afectar sólo a un oído. A medida que empeora la pérdida auditiva, pueden aparecer nuevos síntomas, como acúfenos, mareos, dificultad para hablar y mayor nerviosismo en situaciones sociales. Es típico de la pérdida de audición senil ser menos capaz de oír ciertos sonidos, como el habla de los niños pequeños, pero no se tienen tantos problemas para entender a un varón adulto que habla en voz baja. También hay dificultades para captar ciertos sonidos, es decir, se deteriora la audición espacial y selectiva.

¿Cómo evaluar el estado de su audición?

El paciente puede valorar subjetivamente que oye peor que antes, pero esto no es suficiente para determinar el tipo de pérdida auditiva y elegir el tratamiento adecuado. Para el diagnóstico, lo mejor es acudir a un laboratorio de audiología o a un médico que examine los oídos con un microscopio y realice una audiometría tonal. Una inspección visual del oído confirmará si la pérdida de audición se debe a cambios en la estructura del oído o a daños en el mismo: una peor audición puede deberse, por ejemplo, a cambios degenerativos en los huesecillos o puede haber daños en el tímpano.

La pérdida de audición también puede deberse a la presencia de cerumen en el conducto auditivo. El médico debe extraerlo, ya que los remedios caseros no son del todo eficaces y, si son demasiado invasivos, es fácil dañar la membrana y agravar los problemas..

La audiometría evalúa de forma precisa y objetiva el grado de pérdida auditiva. Con los resultados, su médico puede diagnosticar el tipo y la causa de su pérdida auditiva, lo que facilita la adaptación del tratamiento adecuado. La audiometría no es una prueba dolorosa ni desagradable. El paciente sólo tiene que entrar en una cabina especialmente preparada y ponerse unos auriculares, en los que se oyen los sonidos generados. El paciente debe responder a estos sonidos y sus respuestas se utilizan para crear un audiógrafo. Una prueba adicional es la PTA, que consiste en comprobar que el paciente es igualmente incapaz de oír sonidos agudos y graves; la pérdida auditiva en ambos no tiene por qué ser necesariamente la misma.

¿Cuándo debe realizarse una prueba de audición?

La audiometría merece la pena como medida preventiva, a partir de los 40-50 años, y a una edad más temprana si experimenta signos preocupantes de dificultades auditivas. La audiometría también ayuda a identificar el origen del tinnitus. La prueba requiere la cooperación del paciente, por lo que es difícil de realizar en niños muy pequeños, personas con discapacidad y personas con pérdidas de audición muy graves.

No se requiere ninguna preparación especial para la prueba y después puede volver a sus actividades normales. Los resultados se dan inmediatamente, aunque es aconsejable concertar una cita con un especialista para un análisis exhaustivo.

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Pérdida de audición súbita: ¿cuáles son sus causas?

La pérdida de audición se desarrolla lentamente, a lo largo de los años, pero también puede producirse una sordera repentina. Se trata de un trastorno muy diferente, cuyas causas son a veces muy difíciles de determinar, por lo que resulta imposible tratar eficazmente a un paciente así. La pérdida de audición súbita puede deberse a un traumatismo en la cabeza o el oído. A veces está causada por una inflamación repentina que provoca la obstrucción de los vasos del oído interno. Los fármacos ototóxicos son a veces responsables de la sordera, sobre todo cuando se toman en dosis demasiado grandes, en contra del consejo del médico.

Tratamiento de problemas auditivos

La pérdida de audición también puede deberse a infecciones bacterianas o víricas agudas, como el herpes simple, la meningitis, la parotitis, la hemiplejia o la enfermedad de Lyme. Los cambios rápidos de presión, como cuando se bucea a grandes profundidades, también pueden causar pérdida de audición. En caso de sordera repentina, es absolutamente necesario acudir al médico y someterse a una serie completa de pruebas para evaluar el estado del paciente: si hay otras enfermedades responsables, éstas requieren un tratamiento rápido.

¿Qué grados de pérdida de audición puede haber?

Pérdida auditiva no siempre es la misma. La medicina distingue cuatro grados de pérdida de audición, y el tipo concreto depende del nivel umbral, determinado durante una prueba clínica con audiómetro. Una persona sana puede oír en un rango de alrededor de 0-120 decibelios. Con la pérdida de audición, estos límites cambian y se hacen evidentes las diferencias en la percepción de sonidos a distintas frecuencias.

En una pérdida auditiva leve, el nivel umbral empieza en 20 decibelios y llega hasta 40. Por encima de 40 dB, pero por debajo de 65 dB, hablamos de pérdida auditiva moderada. La pérdida auditiva severa se refiere a personas con un nivel umbral entre 65 y 90 dB. La más grave es la hipoacusia profunda, en la que el paciente oye muy poco y el umbral supera los 91 decibelios.

¿Cuáles son las formas de curar la pérdida de audición?

El método más común son los audífonos. La potencia del audífono se selecciona en función del tipo y la gravedad de la pérdida auditiva, y el propio dispositivo se lleva externamente, detrás de la oreja, o como auricular insertable. Los implantes cocleares también pueden colocarse bajo la piel: durante la intervención se colocan electrodos en la cóclea para que el paciente pueda recuperarse incluso con una pérdida auditiva grave. La cirugía del tímpano también puede ser útil si la sordera está causada por daños en el tímpano, y la cirugía también puede mejorar el estado de los huesecillos y el conducto auditivo externo.

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